06/12/2024
El hombre que construyó su propia Torre Eiffel, la vendió y la desarmó en un día: el destino de la réplica
Fuente: telam
Claudio Marchetti hizo su versión del emblemático monumento francés en Alicia, una localidad de 3.500 habitantes de la provincia de Córdoba. Tardó 18 meses, ensambló 8000 cortes a mano, y la visitaron más de 7.000 personas en el patio de su casa. Su palabra y el testimonio del flamante dueño
>En mayo de 2024 Claudio Marchetti cumplió su sueño de culminar una majestuosa obra, para la que Sus cálculos fueron correctos, y en tan solo un día y medio logró el objetivo de desarmarla para comenzar el traslado. Son cuatro horas de viaje hasta la flamante sede de la Torre Alicia. “Admito que entre bulón y bulón quedaron varias de mis lágrimas, pero prefiero tener el corazón triste 10 días que toda una vida, y ya no hay vuelta atrás”, expresa Claudio, que se define como “un simple trabajador”. Estudió hasta la primaria, no pudo hacer la secundaria porque tuvo que trabajar, y desde hace muchos años se dedica a la carpintería.
Empezó ayudando a su padre en galpones y conoce de estructuras metálicas porque hubo tiempos en que trabajó a 120 metros de altura. Además se desenvuelve como técnico industrial eléctrico, así que su perseverancia y los conocimientos que acumuló fueron las bases para animarse a, nada más y nada menos, que construir su propia versión del emblemático monumento de la capital de Francia.Le puso el nombre de su localidad -que por esas causalidades comienza con “A”, la letra que inspira la forma de la estructura-, porque parte de su sueño era que fuese expuesta en algún lugar público del pueblo, pero como aquello no se dio, con el tiempo empezó a considerar las cientos de propuestas que le llegaron. Incluso le ofrecieron trasladarla más allá de la frontera, a países vecinos, pero Claudio no perdía la esperanza de que la réplica brillara en el mismo lugar donde fue creada. “Me cansé de esperar, esa es la verdad, porque hasta ofrecí donarla para que fuese un atractivo turístico en Alicia, y como nunca tuve una buena respuesta al respecto, me decidí a venderla”, confiesa. “Y además me encariñé muchísimo, ya estaba acostumbrado a levantarme y verla, a tomar unos mates a la mañana y verla tan linda, plateada por el sol, en el patio de mi casa”, agrega.
“Tengo un proyecto de un barrio cerrado en pleno desarrollo, y sentía que le faltaba algo al lugar, que lo posicionara y le diera identidad, y ya conocía el trabajo que hizo Claudio, que es una persona increíble, con una humildad más gigante que su obra, y que hace genialidades como esta”, detalla con admiración.
“Un día él publicó en Facebook que la torre estaba a la venta, pero cuando le iba a escribir me encontré con que había borrado la publicación porque se había arrepentido”, revela. Decidió ir en persona para charlar con él y contarle su idea. “Le hice el ofrecimiento formal y entendí que le importaba muchísimo más el valor sentimental que el económico, y nos pusimos de acuerdo en todo lo que le parecía importante, como por ejemplo no cambiarle el nombre, que sea siempre la Torre Alicia porque allí es donde nació”, remarca. Ambos coinciden en que los días que siguieron fueron vertiginosos, porque empezaron a trabajar contrareloj en un plan de desarmado y traslado, motivados por la meta de una gran inauguración que tendría lugar en vísperas de Reyes, la primera semana de enero de 2025.Claudio cuenta que desde que publicó la noticia en sus redes sociales empezó a recibir mensajes de actores que quieren asistir al lanzamiento, porque la torre estará a tan solo 10 kilómetros de Carlos Paz, donde como todos los años, habrá temporada teatral. “Están contentos porque también va a impulsar el turismo, y tengo fe de que vamos a llegar bien para Reyes, porque ya la desarmamos en menos de dos días, y yo creo que en cuatro se vuelve a armar, porque todas las piezas están numeradas”, indica el autodidacta.
Héctor, por su parte, como flamante dueño también está convencido de que será una apuesta ambiciosa, que requerirá de esfuerzos y coordinación precisa, pero confía en los estudios de suelo que hicieron y en que el clima acompañe. “Otra de las cosas que charlamos con Claudio fue la idea de cobrar una entrada accesible, para que todo el que quiera la pueda visitar y disfrutar, porque así fue pensada, para el disfrute familiar”, asegura. “Esperamos que venga mucha gente, porque en Córdoba ya no son solo dos meses de temporada; los fines de semana largo también vienen muchas personas, porque es un turismo prolífico y en crecimiento”, celebra. La ubicación es prometedora: estará a la vera de la Ruta Nacional 38, donde pasan 3 millones de autos por año, y a nivel paisajístico, Villa Parque Síquiman es la localidad cordobesa con más costa de lagos, caracterizada por su aire límpido y renovador, rodeada de naturaleza y tranquilidad.“No hay edificios, son todas casas bajas, así que la Torre Alicia se va a destacar y va a cambiar la visual de quienes vayan por la ruta por lo menos a lo largo de 2 kilómetros, va a ser una verdadera perlita y va a generar trabajo para la población local de Síquiman”, proyecta el emprendedor inmobiliario de 63 años. Con una mezcla de emoción e incertidumbre, Claudio ya está pensando en su futuro, porque no hay duda de que quedará un gran vacío en el patio de su casa, y en su corazón. Se va un gigante, y él sueña con otro. “Tengo en mente otro proyecto que también va a ser inédito, es algo que creo que no existe porque lo investigué y hasta el momento no vi que existiera en el mundo”, dice entre el misterio y el entusiasmo genuino. Y revela: “Es algo un poco raro, y tampoco es que ya me decidí hacerlo, pero estoy haciendo los cálculos. Me gustaría construir una silla gigante, aprovechando las bases de la torre que me van a quedar; sería una silla de 14 metros de altura”.
Fuente: telam