04/02/2025
Las vacunas genéticas y personalizadas contra el cáncer están cada vez más cerca: la IA redefine la frontera de la oncología

Fuente: telam
Algoritmos avanzados permiten analizar secuencias genómicas con mayor precisión, facilitando el diseño de tratamientos inmunoterapéuticos y vacunas a medida para cada paciente. Una inversión anunciada en EE. UU. busca ubicar a ese país como máximo líder en inteligencia artificial con ese objetivo
>En los laboratorios más avanzados del mundo, la oncología está a las puertas de una transformación sin precedentes: las En ese contexto, el presidente Durante el anuncio realizado en la Casa Blanca, estuvieron presentes el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman; el presidente de Oracle, Larry Ellison; y el director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son. Trump afirmó que Stargate será el “mayor proyecto de infraestructura de IA de la historia”. Según se detalló, 100.000 millones de dólares ya fueron comprometidos por los inversores para la implementación inicial, mientras que el resto se destinará en los próximos cuatro años.
Larry Ellison, en su discurso de la Casa Blanca, destacó el potencial transformador de la inteligencia artificial en la atención médica, especialmente en la detección temprana y el tratamiento del cáncer. Durante la conferencia, explicó que fragmentos diminutos de tumores pueden ser detectados en la sangre mediante análisis específicos. La IA, según el directivo, puede analizar estas muestras para identificar el cáncer en etapas iniciales. Una vez secuenciado el gen del tumor, sería posible desarrollar vacunas de ARNm personalizadas para cada paciente.
Durante la misma conferencia, Altman, por su parte, calificó la iniciativa como “el proyecto más importante de esta era” y subrayó que esta colaboración entre el sector público y privado será fundamental para desarrollar tecnología innovadora. Por su parte, Masayoshi Son destacó que Stargate también incluye la generación de electricidad para abastecer las necesidades energéticas de los centros de datos.
La medicina de precisión ha transformado radicalmente el tratamiento del cáncer y marcado un antes y un después en la historia de la oncología. Este enfoque, basado en el análisis genético, el historial médico y el estilo de vida de cada paciente, permite desarrollar terapias dirigidas que optimizan los resultados terapéuticos y mejoran la calidad de vida. Tal tomo explicó en una nota para Un ejemplo reciente es la terapia agnóstica, aprobada en Argentina por la ANMAT, que selecciona tratamientos basados en mutaciones genéticas específicas, independientemente de la ubicación del tumor. Esta técnica ha demostrado su eficacia en 17 tipos de cáncer, incluyendo mama, colon, pulmón y páncreas, utilizando inhibidores dirigidos contra mutaciones como NTRK. “Cuando identificamos la mutación, podemos detener su progreso con medicación específica, sin importar dónde haya surgido el tumor”, afirmó Guindalini. Esta innovación resalta cómo los avances en genética están redefiniendo las posibilidades de tratamiento.Otro avance prometedor se conoció en septiembre pasado de la mano de los investigadores del A diferencia de los tratamientos actuales, que bloquean los puntos de control inmunitarios para activar las células T, este nuevo enfoque se basa en conectar estas células con las dendríticas, fundamentales para una respuesta inmune eficiente. Según el estudio publicado en 2024 en la revista El anticuerpo BiCE fue diseñado para mejorar la respuesta del sistema inmunológico contra el cáncer. Funciona con un doble mecanismo: por un lado, activa las células T, encargadas de atacar los tumores, y por otro, recluta células dendríticas, que les proporcionan información clave para potenciar su acción. En pruebas con modelos de cáncer de piel, pulmón y mama, esta combinación demostró ser más efectiva que los tratamientos actuales para frenar el crecimiento tumoral.
Los investigadores comprobaron que, sin las células dendríticas, la terapia pierde eficacia, lo que resalta su papel esencial en la inmunoterapia. En experimentos con ratones, el anticuerpo fortaleció la comunicación entre células inmunitarias, mejorando la defensa del organismo. Además, no solo redujo los tumores, sino que ayudó a prevenir su reaparición al generar una memoria inmunológica capaz de evitar el desarrollo de nuevas metástasis.Los investigadores destacan que este enfoque no solo permite potenciar la inmunoterapia, sino que abre la puerta a terapias más precisas, capaces de modular la respuesta inmunitaria sin afectar otras funciones del organismo.Uno de los tipos de cáncer que más avances en este sentido está experimentando es el de mama uno de los de mayor incidencia, con 2,3 millones de casos diagnosticados en el mundo, en 2022. Según la Organización Mundial de la Salud, representa el tipo de cáncer más frecuente en mujeres. Frente a esta realidad, los avances en genética han abierto una puerta crucial para la detección temprana y la prevención, especialmente mediante la identificación de mutaciones en genes como BRCA1 y BRCA2.
La capacidad de anticipar riesgos a través de estudios genómicos permite a los pacientes tomar decisiones informadas sobre medidas preventivas o intervenciones médicas. Como explicó aA pesar de estos avances, el acceso a las pruebas genéticas sigue siendo limitado. Según un estudio publicado en la Journal of Clinical Oncology, solo el 75% de las pacientes elegibles para pruebas genéticas tras un diagnóstico de cáncer de mama las realizan, mientras que en el caso de las sobrevivientes, poco más de la mitad accede a estas herramientas durante el seguimiento médico. El investigador Steven Katz, de la Universidad de Michigan, subrayó la necesidad de simplificar las directrices clínicas para que estas pruebas sean más accesibles y efectivas en la prevención y tratamiento.
Avances similares han tenido en los últimos años el tratamiento del melanoma cutáneo, uno de los cánceres de piel más agresivos y que ha encontrado en la inmunoterapia una respuesta prometedora. Uno ejemplo avanzado de estas técnicas innovadoras lo representa el equipo a cargo del doctor José Mordoh, un profesional que, tras más de 30 años de investigación en el Conicet y la Fundación Instituto Leloir, desarrolló Vaccimel, la primera vacuna terapéutica basada en células de América Latina, diseñada para activar el sistema inmunológico y combatir las células tumorales. Según Mordoh le dijo a La vacuna consiste en 13 dosis administradas durante dos años, con el objetivo de despertar y sostener una respuesta inmune prolongada. “El sistema inmunológico genera clones de linfocitos que patrullan y atacan micrometástasis antes de que se conviertan en tumores avanzados”, explicó Mordoh. La eficacia de Vaccimel quedó demostrada en estudios clínicos, donde se observó un porcentaje de curación cercano al 70% en pacientes tratados en estadios tempranos de la enfermedad.
El desarrollo de Vaccimel es un logro científico e industrial. El laboratorio Cassará de Argentina, que adquirió la licencia de la vacuna, llevó a cabo los ensayos de Fase II y III y la registró ante el ente regulatorio ANMAT en 2021. Jorge Cassará, director de la farmacéutica, describió para Infobae el proceso como un desafío monumental: “Tuvimos que escalar la tecnología a calidad farmacéutica, algo que parecía ciencia ficción en su momento, pero hoy es una realidad gracias al esfuerzo conjunto entre ciencia e industria”.
El cáncer refleja En términos epidemiológicos, los tipos de cáncer más frecuentes en la región son el de próstata y mama, seguidos por el colorrectal y el de pulmón. Sin embargo, la posibilidad de combatir estas enfermedades depende en gran medida del acceso a sistemas de salud con infraestructura adecuada. “La infraestructura sanitaria, la disponibilidad de tratamientos y las capacidades de diagnóstico varían considerablemente según el país y el nivel socioeconómico del paciente”, señala el reporte, ilustrando las desigualdades entre y dentro de los países.
Uno de los factores más alarmantes es el aumento del cáncer en menores de 50 años, una tendencia destacada por estudios internacionales como el publicado en The Lancet Public Health. En palabras de Hyuna Sung, autora principal de esta investigación, “los resultados se suman a las pruebas del aumento del riesgo de cáncer en las generaciones posteriores al ‘baby boom’”. Este fenómeno implica un desafío adicional para los sistemas sanitarios de América Latina, que no solo enfrentan carencias materiales, sino también la necesidad de actualizar sus estrategias de prevención y tratamiento.Ante esto, los avances en medicina de precisión y la inteligencia artificial abren una puerta a la esperanza al permitir el uso de herramientas para un tratamiento personalizado basado en el perfil genético del paciente. Sin embargo, como advirtió Ahmedin Jemal, vicepresidente de ciencias de la vigilancia de la Sociedad Americana contra el Cáncer, “sin intervenciones efectivas, podría aumentar la carga total de cáncer”. En este contexto, América Latina enfrenta el desafío de integrar estos avances en sistemas de salud históricamente desiguales, donde la equidad en el acceso a la atención sigue siendo la clave para combatir una de las principales causas de muerte en la región.
La mundialmente prestigiosa e influyente bioquímica húngara, ganadora del Desde sus primeras investigaciones, Karikó intuyó que el ARNm podía ser clave para el desarrollo de terapias revolucionarias. Esta molécula, encargada de llevar las instrucciones genéticas del ADN a las células para sintetizar proteínas, es esencial para la biología celular. Karikó trabajó en optimizar el uso del ARNm para inducir a las células humanas a producir proteínas terapéuticas. Este enfoque fue clave para las vacunas de COVID-19, que utilizan ARNm para enseñar al cuerpo a identificar y combatir el virus SARS-CoV-2.El impacto del ARNm no se limita al COVID-19. Karikó ha señalado que la tecnología tiene aplicaciones potenciales en el tratamiento de enfermedades raras, neurodegenerativas y cardiovasculares. En una entrevista, destacó que “estamos solo al principio de entender cómo el ARNm puede transformar la medicina. Estas moléculas permiten que las células produzcan proteínas específicas, creando terapias personalizadas con menos efectos secundarios y mayor accesibilidad”.
Para Karikó, el futuro del ARNm es ilimitado: “Estas moléculas no solo nos salvaron de una pandemia, sino que están sentando las bases para curar enfermedades que antes eran sentencias de muerte”.
Fuente: telam