En el día a día se nos acumulan las preocupaciones que hemos de ir resolviendo. Normalmente ya nos despertamos con una serie de problemas pendientes de días atrás. A esos se suman nuevos problemas que nos plantean en nuestra rutina familiar o en el trabajo. No es raro que el estrés pueda ir en aumento y que lleguemos al final del día agotados y sin haber conseguido todo lo que teníamos pensado hacer.

Si eso nos pasa a nosotros, ¿cómo se las arreglan las personas con los cargos más importantes de las empresas más importantes? Por supuesto, lo primero es saber delegar obligaciones. Pero incluso así, siguen teniendo muchas obligaciones diarias.

Por eso, el fundador de Microsoft, Bill Gates, pensó que valía la pena analizar cómo reducir al máximo las preocupaciones superfluas para bajar el estrés y poderse concentrar en lo importante. Una de las soluciones que planteó es hoy muy popular entre gente muy ocupada: su método del armario.

Según explicó el propio Gates, cuando se planteó cómo ser más productivo, lo primero que dedujo es que había que limitar lo más posible las preocupaciones innecesarias y las distracciones. Eso reduciría el estrés y le permitiría concentrarse más en los problemas de verdad.

Su teoría puede aplicarse en muchos aspectos de la vida, pero ha sido el primer paso que da cada día el que le ha podido ejemplificar al máximo lo que propone. Se trata de la elección de la ropa. Por eso lo han bautizado como la teoría del armario. Cada mañana tenía que abrir el armario y decidir qué ponerse.

A Bill Gates le pareció un aspecto poco importante para el tipo de trabajo que realizaba y los retos a los que se enfrentaba en la creación de su empresa informática. Por eso, redujo su indumentaria al máximo. Casi siempre lo verás vistiendo de manera informal y con un estilo muy similar.

Se basa en un hecho comprobado científicamente. Cuando tienes muchas opciones, aumenta tu estrés mental y además sueles acabar eligiendo siempre lo mismo. Un lugar donde se observa este efecto es en las heladerías. Si hay muchas variedades, te cuesta mucho más decidir y te estresas más.

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Está claro que si eres una “fashion victim” este método no es para ti. Pero no pienses que el método solo sirve para ir casual y no para personas que tengan que vestir formales y elegantes. La teoría del armario refiere a la cantidad de opciones posibles, no a la calidad de esas opciones.

Una prueba de ello es que el expresidente de Estados Unidos, Barak Obama, es un fiel seguidor de esta teoría. Obama explicó a la revista Vanityfair que él se limitaba a llevar trajes grises o azules combinados con las mismas camisas. “No quiero tomar decisiones sobre qué llevo o qué como, porque tengo muchas otras decisiones que tomar cada día”, explicaba.

El colega y competidor de Gates, el creador de Apple Steve Jobs también seguía la misma máxima. Eran popular su indumentaria de tejanos y jersey de cuello cisne. Se ha de decir que iba siempre con este tipo de prensa porque, además de ser práctico, tenía fobia a la ropa con botones.

El sucesor de Steve Jobs al frente de Apple, Tim Cook, viste en una línea muy similar. También el dueño de Facebook y presidente de Meta, Mark Zuckerberg, sigue esta línea. Y otro de los hombres más poderosos del mundo, el dueño de Tesla y SpaceX, Elon Musk ha evolucionado en su estilo y es habitual verlo con ropa similar.

La fórmula de Gates ha tenido tanto éxito que en Corea del Sur hay una empresa que ofrece toda una línea de prendas sencillas basadas en su filosofía. También en Japón, la diseñadora Marie Kondo propuso un popularísimo método que se basa en el mismo principio: despréndete de todo lo que no uses para priorizar un armario más ordenado y despejado, que te dé también paz mental.

En la vida diaria puedes aplicar esta teoría a otros aspectos. Por ejemplo, despejando tu propia mente de pensamientos que gastan energía de tu cerebro innecesariamente. El cerebro es como un ordenador, cuanto más información tengas dando vueltas en la parte consciente, más energía gastas.

El experto en productividad David Allén ideó un sistema, la técnica de los dos minutos, para ayudarte en estos aspectos. Esta teoría se resume en que si una tarea puedes solucionarla en dos minutos, hazlo. Si no, apúntala y olvídate, ya la asumirás cuando tengas ocasión. Así dejas espacio en el cerebro para las cosas en las que te quieres concentrar.vivirsaludtv

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