CLIMA-CULTURA
18 de junio de 2023
¿Por qué atacan al amor romántico?
¿Quién no ha vivido alguna vez, sin proponérselo, un estado de enamoramiento en el cual experimenta intensamente afecto, atracción, deseo, variaciones del estado anímico?
Sin embargo, a pesar de esa vivencia tan genuina, daría la impresión de que el amor romántico comienza a ser relacionado, desde las nuevas corrientes de pensamiento más difundidas, con el sometimiento de la mujer a situaciones de maltrato (https://www.argentina.gob.ar/noticias/mitos-del-amor-romantico-por-relaciones-libres-de-prejuicios-y-violencias) o con los mitos.
Lejos de ser un mito, “El amor romántico es una característica universal o casi universal en las sociedades humanas” (Jankowiak y Fischer, 1992; Gottschall y Nordlund, 2006; Jankowiak y Paladino, 2008; Fletcher et al., 2015; Buss, 2019; Sorokowski et al., 2020). Y, muchas veces, cuando es correspondido, actúa como motivación en la etapa de inicio de una pareja estable y saludable.
El enamoramiento influye en nuestro estado anímico y en nuestro modo de percepción: el sujeto experimenta algo de euforia, puede transitar por un aumento del estado de ansiedad y por sesgos cognitivos (como "ilusiones positivas", una tendencia a percibir la relación de uno y el ser querido de una manera positiva o sesgada (Song et al., 2019).
Ya en 1921, en “Psicología de las masas y análisis del yo”, Freud mencionaba estos sesgos cognitivos al hablar de que “la idealización falsea el juicio”, de un estado “casi ciego”, de que “el objeto amado goza de una exención de la crítica, sus cualidades son mucho más estimadas que en las personas a quienes no se ama”.
UN NARCOTICO
Algunos autores han llegado a comparar el amor romántico con un narcótico natural que puede aumentar la ansiedad, provocar insomnio o hipersomnia, pérdida de apetito, variaciones anímicas. (p. ej., Reynaud et al., 2010; Fisher et al., 2016; Zou et al., 2016).
Buscando bibliografía actual en revistas científicas, encontré una recopilación de numerosas publicaciones que investigan el amor romántico. En el extenso y completo trabajo de revisión bibliográfica “Perspectivas próximas y últimas sobre el amor romántico” (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8074860), realizado por Adam Bode and Geoff Kushnick —quienes en las últimas dos décadas, han visto crecer el enfoque biológico del tema—, se recopilan algunos datos interesantes que sugieren que “el amor romántico es un estado motivacional típicamente asociado con un deseo de apareamiento a largo plazo con un individuo en particular. Ocurre a lo largo de la vida y se asocia con una actividad distintiva cognitiva, emocional, conductual, social, genética, neural y endocrina en ambos sexos. A lo largo de gran parte del curso de la vida, cumple funciones de elección de pareja, cortejo, sexo y unión de pareja. Es un conjunto de adaptaciones que surgieron en algún momento durante la historia evolutiva reciente de los humanos.”
Hay similitudes entre el amor romántico y los vínculos más primarios. Cuando nacemos, somos seres indefensos, que dependemos de los adultos para sobrevivir. En la primera fase de enamoramiento, pasamos a necesitar afectivamente de alguien, no por fragilidad o indefensión, sino por la satisfacción que otorga esa ligazón afectiva intensa, atracción y estado de idealización.
Antes de comprender enteramente el lenguaje, aprendemos a amar. No amamos como consecuencia de una influencia de los contenidos audiovisuales, aunque estos pueden influir en el deseo de estar en pareja.
Como expresaba Bowlby, “el escenario de apego, separación y pérdida en niños pequeños (Bowlby, 1969, 1973, 1980) es similar a un “deseo de unión” y puede ser la base para vínculos románticos en la vida posterior. En esta medida, el amor romántico, como el apego recién nacido/madre, está “preprogramado” en los humanos como parte de su herencia evolutiva.” (Hatfield et al., 1989).
El vínculo del niño con la madre será clave para que replique en el futuro algún mecanismo, morfología o comportamiento hacia otro vínculo de apego. Según Helen Fisher, neurobióloga y antropóloga, “Las similitudes entre el amor romántico y el vínculo madre-hijo sugieren que este puede haber evolucionado a partir de este último.”
“Una pequeña cantidad de estudios de correlación genética muestran que hay una serie de genes asociados con el amor romántico” (Emanuele et al., 2007; Murray et al., 2019; Acevedo et al., 2020).
Sin embargo, en ocasiones, el amor romántico, cuando no es correspondido, puede ser desadaptativo, llevando a sentimientos de intensa tristeza que pueden desencadenar en una depresión mayor y/o en estados de ansiedad. (Spitzberg y Cupach, 2003). Incluso, “a veces, las personas pueden involucrarse en una ‘búsqueda obsesiva’ intrusiva y frustrante”. Es probable que los sujetos que han experimentado el rechazo o indiferencia infinidad de veces o quienes tienen un intenso temor a correr el riesgo de experimentarlo, prefieran preservarse.
TRES FASES
Un estudio realizado en una muestra predominantemente de estudiantes universitarios, distingue tres fases amorosas: una primera etapa de enamoramiento, de aproximadamente seis meses, que posee todas las características del amor romántico, incluidas, especialmente, la pasión y la intimidad y en la cual se experimentan diferentes grados de estrés. Una segunda etapa (amor pasional) que dura entre seis meses y cuatro años, con mayor sentimiento de seguridad y calma, en la cual se mantiene la pasión, pero aumenta el compromiso y la intimidad. Y una tercera etapa, en la cual la pasión se vuelve más moderada y el compromiso y la intimidad alcanzan su punto máximo (García, 1997).
Los autores Hendrick y Hendrick, 2019, definen al amor romántico como una “Fuerte atracción física, intensidad emocional y un sentido de inevitabilidad de la relación que definen el núcleo central de eros. Eros puede ‘golpear’ repentinamente en una revolución de sentimientos y pensamientos.” El amor romántico, cuando es correspondido, puede mutar luego a un amor más moderado, a una relación de compromiso, a la familia.
Según Garth Fletcher, psicólogo social, autor de “Vínculo de pareja, amor romántico y evolución: el curioso caso del Homo sapiens” (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25910380/), el amor romántico es un conjunto de adaptaciones que cumple una variedad de funciones relacionadas con la consolidación de la pareja y la reproducción, desempeñando un papel fundamental en la evolución del Homo sapiens.
Siempre han convivido distintas corrientes de pensamiento en cuanto a las formas de sentir y actuar, sin que se le otorgue mayor transmisión a una que a otra. Sin embargo, estos últimos años, se percibe cierto grado de aumento de difusión de determinadas líneas de pensamiento. Es tan válido creer en el amor romántico como no creer en él; lo llamativo es que solamente comience a ser promovida una única forma de pensar que parecería querer resetearlo todo.
* Licenciada en Psicología y escritora. Su primera novela se titula ‘El día tan esperado’.POR SOLANA INI * REDACCIÓN Y LA PRENSA.
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