Foreman incursionó en delitos menores mientras crecía en el Fifth Ward de Houston, pero cambió su vida a través del boxeo. Formó parte del equipo olímpico de EE.UU. en 1968 y ganó el oro en la Ciudad de México, siendo un adolescente, deteniendo a un oponente de 29 años en una actuación estelar.

Foreman ascendió a la cima del juego profesional en los siguientes cinco años, pero también fue percibido como un atleta distante y poco amigable, tanto por su comportamiento como por las lentes raciales distorsionadas de la época. Superó a Frazier en una sorpresa en Jamaica en enero de 1973 para ganar el título, con su nocaut inspirando la icónica llamada de Howard Cosell: “¡Frazier cae! ¡Frazier cae!”

Foreman defendió su título contra Ken Norton antes de aceptar la pelea con Ali en el ahora inmortal combate organizado en África por el promotor Don King. Ali realizó una clase magistral táctica contra Foreman, mostrando la estrategia “rope-a-dope” que frustró e irritó al campeón. Foreman fue finalmente derribado por primera vez en su carrera, y la pelea se detuvo en el octavo asalto.

Foreman le dijo a la BBC en 2014 que tomó la pelea casi por caridad hacia Ali, de quien sospechaba que estaba en bancarrota.

“Dije que iba a salir y matarlo, y la gente decía, ‘Por favor, no digas que vas a matar a Muhammad’”, dijo Foreman. “Así que dije, ‘Está bien, solo lo golpearé hasta el suelo’. Así de fácil pensé que sería la pelea”.

Exhausto y desilusionado, Foreman dejó de pelear en 1977 y pasó gran parte de la siguiente década predicando y trabajando con niños en Houston después de su despertar religioso. )

Regresó al boxeo en 1987, a finales de sus 30 años, con un plan para desafiar al tiempo a través de frecuentes apariciones en el ring, y acumuló una larga serie de victorias antes de perder ante Evander Holyfield en una pelea por el título sorprendentemente competitiva en 1991.

Tres años después, Foreman se subió al ring con Moorer en Las Vegas, más por su celebridad que por su capacidad percibida para imponerse. El campeón pareció ganar cómodamente los primeros nueve asaltos, con Foreman incapaz de conectar sus golpes más lentos. Pero Foreman revivió en el décimo, lastimando a Moorer antes de deslizar la corta mano derecha que envió a su oponente a la lona de manera espectacular.

Foreman dejó el ring para siempre en 1997, aunque ocasionalmente discutió un regreso.

Se estableció en una vida como analista de boxeo para HBO y como vendedor de las parrillas que aumentaron su fama y fortuna. Protagonizó brevemente una comedia llamada “George” en la década de 1990, e incluso apareció en la competencia de canto de realidad “The Masked Singer” en 2022. Una película biográfica basada en su vida se estrenó en 2023.

Foreman tuvo 12 hijos, incluidos cinco hijos son todos famosos por llamarse George Edward Foreman.

“Campeón de boxeo legendario, predicador que cambió vidas, esposo, padre, abuelo y bisabuelo y el mejor amigo que podrías tener”, escribió el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, en las redes sociales. “Su memoria ahora es eterna, que descanse en paz el Gran George.”

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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