El Departamento de Defensa de EE. UU. señaló que sigue este movimiento de cerca. Aunque, el Gobierno cubano y el Kremlin subrayaron que esta acción no representa una amenaza, es vista ampliamente como una demostración de fuerza, justo días después de que Estados Unidos autorizara al Ejército de Kiev utilizar sus armas para golpear en territorio ruso, lo que desató la ira del presidente Vladimir Putin, quien advirtió que podría armar a los "enemigos" de la primera potencia.

El Kremlin caldea las aguas con el envío a Cuba de una fragata y un submarino de propulsión nuclear, una procesión que se ha dejado ver por La Habana Vieja este miércoles 12 de junio, cuando finalmente atracó tras varios días de recorrido.

La flotilla militar está encabezada por el buque petrolero Pashin y también acompañado de un remolcador de salvamento, el Nikolai Chiker, donde permanecerán hasta el 17 de junio.

Sin embargo, el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba afirmó anticipándose a las dudas que "ninguno de los navíos es portador de armas nucleares" y subrayó que la escala "no representa amenaza para la región".

El petrolero de la flota Pashin (derecha) y el barco de rescate y remolcador Nicolay Chiker (izquierda), parte del destacamento naval ruso que visita Cuba, llegan al puerto de La Habana, el 12 de junio de 2024. El submarino nuclear ruso Kazan, que no llevará armas nucleares, y otros tres buques de guerra rusos, atracará en la capital cubana del 12 al 17 de junio. El inusual despliegue de militares rusos tan cerca de Estados Unidos, en particular del poderoso submarino, se produce en medio de grandes tensiones por la guerra en Ucrania, país respaldado por Occidente que combate ante la invasión rusa desde hace más de dos años.
El petrolero de la flota Pashin (derecha) y el barco de rescate y remolcador Nicolay Chiker (izquierda), parte del destacamento naval ruso que visita Cuba, llegan al puerto de La Habana, el 12 de junio de 2024. El submarino nuclear ruso Kazan, que no llevará armas nucleares, y otros tres buques de guerra rusos, atracará en la capital cubana del 12 al 17 de junio. El inusual despliegue de militares rusos tan cerca de Estados Unidos, en particular del poderoso submarino, se produce en medio de grandes tensiones por la guerra en Ucrania, país respaldado por Occidente que combate ante la invasión rusa desde hace más de dos años. © AFP/Yamil Lage
El Gobierno de Miguel Díaz-Canel añadió que se trata de una visita protocolaria y una mera "práctica histórica" entre países con "relaciones de amistad y colaboración".

La embajada rusa en La Habana, por su parte, señaló "una muestra más de la amistad ruso-cubana".

En los últimos años, se han producido dos visitas de flotillas rusas, pero ninguna con un submarino nuclear. En junio de 2019 tuvo lugar la más reciente, que estuvo también encabezada por la Gorshkov. Para la anterior hay que remontarse a 2013.

En el presente viaje también se realizaron ejercicios que incluyeron el lanzamiento virtual de misiles "de alta precisión" en el Atlántico.

Bajo la mirada atenta de Estados Unidos
Aunque el Departamento de Defensa de Estados Unidos asegura que mantiene la tranquilidad, indicó estar siguiendo los movimientos de la flotilla desde hace días.

No obstante, varios buques de guerra estadounidense se movilizaron en las últimas horas para seguir de cerca la trayectoria de la flotilla rusa, cuando los barcos estaban cerca de la costa de Florida.

Fuentes del Gobierno estadounidense explicaron a la agencia de noticias EFE que "los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan, ya que no representan una amenaza directa".

Un automóvil clásico pasa mientras el submarino nuclear ruso Kazan atraca en la bahía de La Habana, Cuba, el 12 de junio de 2024.
Un automóvil clásico pasa mientras el submarino nuclear ruso Kazan atraca en la bahía de La Habana, Cuba, el 12 de junio de 2024. © Reuters/ Alexandre Meneghini
El Departamento de Defensa agregó que prevé que el destacamento recale también en puertos venezolanos y que realice maniobras marítimas y aéreas durante el verano septentrional en aguas internacionales del mar Caribe.

El movimiento, aun así, no es casual y se dio a conocer poco después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciara que está dispuesto a tomar "medidas asimétricas" tras conocer que varios países occidentales autorizaron al Ejército de Ucrania emplear el armamento que le entregan para atacar en territorio ruso.

La medida fue inicialmente anunciada por Estados Unidos, el pasado 30 de mayo, y posteriormente se sumaron Alemania y Francia. Una movida que desató la ira del Kremlin.

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¿Respuesta rusa?
Que una flotilla de Moscú recale en aguas próximas a Estados Unidos justo después de que la Casa Blanca autorizara a Ucrania el uso de sus armas en suelo ruso es visto, por muchos, como una reacción.

Y es que el pasado 6 de junio, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió mediante un video y en un tono elevado que permitir a Kiev el uso de armas occidentales dentro de su territorio es amenazar con un conflicto mayor.

Un pronunciamiento que no importó en Alemania, que el 31 de mayo se sumó a la medida de Estados Unidos y Francia  de permitir Ejército de la nación atacada el uso de armas entregadas por los aliados en territorio del país invasor.

Los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) argumentan que el país invadido desde hace más de dos años por Moscú tiene el derecho de legítima defensa, debido a los avances obtenidos por Rusia durante las últimas semanas. 

La decisión multinacional fue condenada por Putin, quien aseguró que se trataba de una "provocación" por parte de Occidente y que podría terminar por escalar el conflicto a nivel global.Con EFE, AP y FRANCE 24, medios locales