Sharon Stone no se esconde para buscar el amor, al contrario. Después de pasar por dos divorcios, otros dos compromisos rotos y adoptar a sus tres hijos (dos de ellos estando soltera), la actriz de Instinto básico quiere formar una conexión emocional con alguien. En otras palabras, quiere enamorarse de nuevo sin dejar que su status como estrella internacional se interponga en el camino de Cupido. Y para ello está siguiendo la misma estrategia de medio mundo: siendo usuaria de aplicaciones de citas como Tinder y con su perfil propio.

Imagínense estar deslizando a la derecha e izquierda entre perfiles en una aplicación y que, de repente, te aparezca el perfil de Sharon Stone. Enseguida pensarías que es falso, ¿verdad? Precisamente es lo que pasó en 2019 cuando otra aplicación similar -Bumble- bloqueó su perfil tras recibir quejas de usuarios que temían que se tratara de un impostor. Pero no. Era ella. La mismísima Sharon Stone. La propia actriz denunció el bloqueo en X (antes Twitter) y la compañía reinstauró su perfil, disculpándose por el malentendido.

“Siendo el ícono que es, podemos entender cómo muchos de nuestros usuarios sintieron que era demasiado bueno para ser verdad una vez que notaron que su perfil no estaba verificado con foto”, dijo una representante de Bumble a Forbes en aquel momento.

Sin embargo, es comprensible que los usuarios y la empresa tuvieran sus dudas. Estamos hablando de una estrella de cine reconocida, una mujer inteligente, superviviente y exitosa que perdura en el imaginario colectivo como una de las sex-symbol hollywoodenses por excelencias, lo que irremediablemente nos llevaría a suponer que tendría candidatos haciendo cola para pedirle una cita. Pero no sería el caso y en lugar de quedarse esperando, Sharon se baja del estrellato cuando se trata de encontrar la conexión que está buscando.

Sharon no se esconde por amor
Cuando las estrellas de Hollywood quieren buscar el amor a través de las opciones online tienen a su disposición servicios exclusivos como Raya. Se trata de una aplicación VIP que tuvo a Ben Affleck y Channing Tatum entre sus usuarios y a la que solo se puede acceder por invitación siguiendo una norma clave: no se puede exponer lo que pasa dentro. Si se hace, dejas de ser bienvenido. De esta manera, se trata de un app que permite cierto nivel de privacidad, lo que la hizo popular entre famosos solteros al protegerlos del escrutinio mediático y los rumores. Sin embargo, no es el caso de Sharon Stone que no solo utiliza una aplicación popular como Tinder, sino que expone su perfil con sus datos y fotos reales.

“Aparezco como yo misma. No es que pueda fingirlo”, admitió a The Times (vía Independent) al hablar de su búsqueda del amor en la mencionada app razonando que, justamente, su fama no le permite esconderse del mundo. Sin embargo, a ella también le tocó vivir historias de citas bizarras o sorpresas inesperadas que surgen en este tipo de aplicaciones donde, al final, no sabes quién se esconde detrás de un perfil hasta el día de la cita real.

Por ejemplo, cuenta que en una ocasión conoció a “un adicto de heroína que claramente llevaba unas 20.000 inyecciones de heroína después de la foto que me había mandado”. No obstante, no baja los brazos y a sus 65 años sigue firme en Tinder buscando el amor convencida de que así podrá conectar con alguien a nivel emocional, en lugar de una conexión física superficial. Porque Sharon Stone está segura que eso se puede encontrar en lugares comunes como el supermercado.

“No quería simplemente ir a Tinder y j*** a alguien. ¿Sabes lo que quiero decir?”, explica. “Es muy fácil j**** a alguien. No es necesario que accedas a Tinder; te vas a la maldita [cadena de cafeterías] Coffee Bean. No es difícil”.

La actriz asegura que los hombres se acostarían hasta con “linternas o una lata de frijoles”. “Seamos reales”, sentencia. “Si quieres sexo te vas al supermercado, pero si quieres tener una conexión…”, seguía. Y en principio las encontró: tuvo dos relaciones salidas de las aplicaciones durante la pandemia.

El amor que lleva tiempo buscando
Sharon estuvo casada con el productor Michael Greenburg durante tres años, entre 1984 y 1987, y después de dos compromisos intermedios (en uno de ellos devolvió el anillo por correo), volvió a contraer matrimonio con el editor Phil Bronstein en 1998 -con quien adoptó a su primer hijo- aunque la relación terminó en separación en 2003. Desde entonces se sabe poco o nada de su vida amorosa. Y es que la actriz tuvo otras prioridades durante una larga temporada después de sufrir un derrame cerebral en 2001 cuando estaba en la cima de su carrera a los 43 años. Según contó en varias entrevistas, no solo tuvo una larga recuperación por delante, sino que también su vida en general se desmoronó.

“Perdí mi matrimonio, perdí la custodia de mi hijo, perdí mi lugar en el negocio, perdí todo mi dinero porque estaba pagando muchas cosas diferentes”, dijo a The Hollywood Reporter en 2017. “[Estaba] sobreviviendo. Sé lo que es pasar por una situación en la que eres el mejor, el mejor de tu campo, hasta quedar absolutamente eliminado. En gran parte se debió simplemente a que nadie podía mirarme y comprender que estaba sufriendo una hemorragia cerebral”. Tuvo que hipotecar su casa después de haber sido una estrella cotizada en Hollywood, padeciendo el devenir de su carrera. “No he tenido trabajo”, dijo en un evento de 2023. “Fui una gran estrella de cine en un momento de mi vida”, añadía.

No obstante, Sharon Stone logró levantarse y mirar hacia adelante. Y hace tiempo que anhela tener un compañero con el que transitar su camino de vida. Lo dijo en 2018 cuando reveló a James Corden que estaba buscando pareja, explicando a los posibles interesados que le “gustan altos” (vía Billboard).

Pero como le pasa al resto de ciudadanos de a pie que recurren a las aplicaciones como método de conexión amorosa, Sharon también terminó cansada de las malas experiencias y estuvo a punto de tirar la toalla. Se lo dijo a Drew Barrymore en 2020, asegurando que se había “hartado de las citas” porque encontraba “gente que no es sincera y que no merece mi tiempo” (vía ET).

“Disfruto más de mi tiempo a solas y de mi tiempo con mis hijos y amigos”, proclamaba sirviendo de reflejo para las miles de personas que, como ella, terminan agotadas de la decepción que provocan las malas conexiones o el hecho de encontrar ‘matches’ que no están buscando lo mismo. Pero parece que esa decepción pasó y a sus 65 años está buscando de nuevo.

En otras palabras, Sharon Stone será un sex-symbol icónico del cine y el reflejo viviente de una estrella que se alzó como fantasía erótica de los ‘90s, pero no por eso lo tiene fácil a la hora de encontrar el amor verdadero. Ese que parte de la simbiosis mágica entre la conexión emocional y física. Después de sus experiencias románticas habría optado por seguir el mismo camino del resto de mortales, exponiéndose al mundo con autenticidad y siendo ella misma en aplicaciones de uso común como Tinder. Así que ya sabes, si eres alto y buscas una conexión emocional, quizás te cruces con ella en un solo swipe.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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