"No tenemos un plan B, tenemos un plan en el que hay varios subplanes con un cierto número de variables de ajuste", dijo Amelie Oudea-Castera a la radio France Inter.

El sospechoso, de 26 años, un ciudadano francés arrestado después del ataque, había jurado lealtad al Estado Islámico en un vídeo grabado previamente, dijo el domingo el fiscal antiterrorista Jean-François Ricard.

El ataque se produjo en el muelle de Grenelle, lugar también incluido en los planes para la ceremonia de inauguración.

Cuando se le preguntó si el gobierno estaba considerando un cambio en su plan de celebrar la ceremonia en el río Sena, donde se esperaban varios cientos de miles de espectadores a lo largo de sus orillas en medio de amenazas a la seguridad, el ministro dijo: "Esto no es algo con lo que estemos trabajando".

"Tenemos la capacidad de asegurar el evento", dijo, agregando que se precisarán ciertos detalles, incluido el número de eventos culturales adicionales que rodearán el espectáculo principal y dijo que el perímetro de seguridad se ajustará más cerca de los Juegos.

Francia ha estado en alerta máxima desde que elevó su umbral de seguridad en octubre, cuando un hombre de origen checheno mató con un cuchillo a un maestro en una escuela en el norte de Francia.

Los funcionarios de seguridad europeos han advertido sobre un riesgo creciente de ataques por parte de militantes islamistas en medio de la guerra entre Israel y Hamas, siendo la mayor amenaza probablemente la de agresores "lobos solitarios" que son difíciles de rastrear.

Unas 160 embarcaciones partirán el 26 de julio desde el Puente de Austerlitz para recorrer seis kilómetros hasta el Puente de Iena, en un acontecimiento que Tony Estanguet, jefe del comité organizador, calificó de "único y espectacular".