En el universo de Apple hay más que flamantes presentaciones y promesas de dispositivos disruptivos. La compañía con sede central en Cupertino, California, enfrenta acusaciones de prácticas laborales injustas, discriminación y acoso, denuncias que se agruparon en una movida denominada #AppleToo que cobró notoriedad a fines de agosto.

Ahora, la líder de ese movimiento y exempleada de Apple, Janneke Parrish, presentó cargos contra Apple alegando que fue despedida en represalia a sus acusaciones y a la organización de trabajadores que ella emprendió.

#AppleToo: las denuncias de Janneke Parrish

Parrish, que se desempeñaba como gerente de programas de Apple Maps, fue quien creó la plataforma #AppleToo con la intención de reunir la preocupaciones de distintos trabajadores de la firma respecto a la inequidad salarial y al “sexismo generalizado”.

En octubre fue despedida: la empresa argumentó que no cumplió los requisitos exigidos en una investigación sobre filtraciones. Parrish por su parte señaló que se desprendieron de ella injustificadamente porque habló “sobre sus experiencias personas y sobre las preocupaciones en el trabajo” y porque “ayudó a dar voz a las preocupaciones de sus compañeros en un lugar de trabajo donde esos problemas se acallaron sistemáticamente”.

“La verdad es que para muchos trabajadores de Apple la cultura del secreto crea una fortaleza opaca e intimidante”, se lee en la portada de un sitio web que reunió quejas y denuncias de empleados y extrabajadores de Apple. “Cuando presionamos por la rendición de cuentas y la reparación de las injusticias persistentes que presenciamos o experimentamos en nuestro lugar de trabajo, nos enfrentamos a un patrón de aislamiento y degradación (...) Hemos agotado todas las vías internas. Hemos hablado con nuestros líderes (…) Nada ha cambiado. Es hora de pensar diferente”, señalaron empleado el conocido eslogan que Apple comenzó a utilizar en 1997.

Apple suma reclamos

Tal como nota el sitio The Verge, el de Parrish es el séptimo cargo por prácticas laborales injustas que se ha presentado contra Apple desde el pasado mes de agosto. En octubre, la exgerente del programa de ingeniería, Ashley Gjøvik, acusó a Tim Cook, el CEO de la empresa, de violar la Ley Nacional de Relaciones Laborales cuando advirtió a los empleados que “las personas que filtran información confidencial no pertenecerán a la compañía”.

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Cher Scarlett, una ingeniera de software de Apple, presentó una queja en septiembre alegando que la firma californiana impidió que los empleados participaran en actividades grupales cuando intentaron discutir su salario. Hay más: un empleado del equipo AppleCare, la versión de servicio al cliente de Apple, presentó un cargo a fines de septiembre alegando que fueron despedidos ilegalmente.

En un tuit, Parrish compartió una publicación con 100 historias “de personas que sufren debido a su trabajo en Apple y 100 casos de ese sufrimiento que se ignoran o se esconden debajo de la alfombra”. Remata en su mensaje: “Es hora de pensar diferente. Es hora de pensar con equidad”.

Dijo la abogada de Parrish: “Parece que todas las empresas de tecnología están usando la misma jugada (…) Se deshacen de ciertos líderes afirmando que son responsables de una filtración sin ninguna prueba o documentación. Mi cliente niega haber filtrado esta información”.