Así lo establece el reporte más reciente con corte a las 13H00 locales (15:00 hora argentina) sobre el alud que se produjo el domingo por la noche en Alausí, en la provincia de Chimborazo, a unos 300 km al sur de Quito.

Más temprano, las autoridades habían reportado 16 fallecidos y siete desaparecidos, informó la agencia de noticias AFP.

Desde la madrugada, bomberos de poblados cercanos y moradores de la zona buscan entre lodo y piedras a las víctimas del deslizamiento, que también devastó parte de una carretera.

En el lugar del derrumbe láminas de metal retorcido y troncos partidos a la mitad sobresalían de entre la tierra, constató AFP.

"Necesitamos continuar con los procesos de rescate. Pedimos a todos los ciudadanos evacuar las zonas afectadas para atender esta emergencia de la mejor forma", escribió el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso en la red social Twitter.

El Gobierno dispuso evacuar 600 viviendas que siguen en pie en la zona del desastre, que sorprendió a los habitantes de Alausí hacia las 21H00 locales (23 hora argentina).

"Era como las nueve de la noche y yo alcancé a escapar faltando unos quince minutos. Estábamos sacando las cositas" para evacuar la zona, que había sido declarada en alerta amarilla en febrero por deslizamientos de tierra, comentó José Agualsaca al canal Teleamazonas.

En la zona donde se produjo el deslizamiento, las autoridades habían alertado sobre el hundimiento de una vía en el sector donde se desprendió parte de la montaña.

Según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) hay unos 500 damnificados por el derrumbe.

Al amanecer de este lunes, una inmensa mancha de lodo se extendía en medio de las verdes colinas que rodean a Alausí, donde habitan unas 45.000 personas.

El alud también se llevó un coliseo, un estadio y obligó a suspender las clases presenciales en tres escuelas. Unos 400 estudiantes viven en la zona de riesgo, advirtió el Gobierno en un balance difundido en Twitter.

Alausí es conocido mundialmente por la llamada Nariz del Diablo, una pronunciada y peligrosa pendiente por la que pasa la línea ferroviaria transandina de Ecuador, que le dio el nombre del "tren más difícil del mundo".

Desde enero, las fuertes lluvias ya dejaban en Ecuador 22 personas fallecidas y 346 damnificadas; más de 6.900 viviendas quedaron afectadas y 72 destruidas, según el SNGR.

Las provincias más golpeadas son las costeras Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, y las andinas Cotopaxi, Bolívar y Chimborazo.

Desde enero, las fuertes lluvias ya dejaron en Ecuador 22 personas fallecidas y 346 damnificadas; más de 6.900 viviendas quedaron afectadas y 72 destruidas, según la SNGR.

Las provincias más golpeadas son las costeras Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos, y las andinas Cotopaxi, Bolívar y Chimborazo.

De acuerdo con la SNGR, en lo que va del año se han reportado 987 eventos peligrosos por las lluvias, como inundaciones y deslizamientos de tierra.

Las precipitaciones y un sismo que dejó 15 muertos obligaron la semana pasada al Gobierno a declarar por 60 días el estado de emergencia en 13 de las 24 provincias, con el fin de mover recursos económicos para atender a los damnificados.

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