Djokovic venció a Tsitsipas 6-3, 7-6 (4), 7-6 (5) en una repetición de su final del Abierto de Francia de 2021 para reclamar un décimo título que amplía el récord en Melbourne Park, empatar con Rafa Nadal en 22 coronas de Grand Slam y recuperar el puesto número uno del ranking mundial a los 35 años.

Habiendo llegado a Australia sin vacunar hace 12 meses, el 10 veces campeón de Melbourne fue deportado en medio de una reacción violenta de los australianos enojados que habían soportado algunos de los bloqueos más duros del mundo a medida que aumentaban las infecciones por COVID-19.

Fueron dos semanas extraordinarias para el serbio, que también manejó un problema en el tendón de la corva y lidió con las emociones de jugar un año después de su deportación de Australia y la distracción de su padre posando con fanáticos que sostenían banderas rusas prohibidas.

Cuando entré en mi palco, colapsé emocionalmente allí y lloré con mi madre y mi hermano cuando les di un abrazo, dijo Djokovic a los periodistas.

Porque hasta ese momento, no me permitía distraerme con cosas fuera de la cancha o lo que fuera que estaba pasando al lidiar con una lesión... eso fácilmente podría haber sido una gran perturbación para mi concentración, para mi juego.

Se requirió una enorme energía mental para estar presente, concentrarme, tomar las cosas día a día y ver hasta dónde puedo llegar.

Djokovic dijo que estaba más nervioso de lo habitual al ingresar al torneo después de su deportación hace 12 meses debido a que no estaba vacunado contra COVID, y su regreso fue posible solo después de que se le suspendió la prohibición de visa de tres años en noviembre.

No sabía cómo iba a ser recibido por la gente pero, en general, fue una experiencia muy positiva, dijo Djokovic, quien también recibió una cálida recepción camino al título en el evento de preparación de Adelaida donde se lesionó el tendón de la corva.

A sus problemas se sumó el drama que rodeaba a su padre Srdjan, luego de que apareciera un video que lo mostraba con fanáticos que sostenían banderas rusas prohibidas al comienzo del torneo.

Djokovic senior se saltó la semifinal de su hijo contra el estadounidense Tommy Paul y también estuvo ausente del choque por el título.

"Pensé que las cosas se calmarían en términos de los medios y todo eso, pero no fue así. Ambos acordamos que probablemente sería mejor que él no estuviera allí", dijo Djokovic.

Eso me duele mucho a mí y a él porque son momentos muy especiales, únicos. Quién sabe si se repiten. No fue fácil para él. Lo vi después... aunque estaba feliz de abrazarme, pude ver estaba un poco triste.

Lo que me dijo es que es importante que me sienta bien en la cancha, gano el partido y él está aquí para mí. Si va a ser mejor para mí... que él no esté en el área, que así sea.

También estoy triste de que no estuvo en las gradas. Pero estuvo durante todo el torneo, así que está bien. Al final, tenemos un final feliz.

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