Fue un argumento que se prolongó durante años en terrazas y bares, en la radio y la televisión.

El brasileño Pelé , un prolífico goleador que murió el jueves a los 82 años en Sao Paulo, ganó la Copa del Mundo tres veces como jugador en 1958, 1962 y 1970 y puso al pequeño pueblo de Santos en el mapa antes de conquistar Estados Unidos con el Cosmos de Nueva York .

Maradona, quien murió a la edad de 60 años en 2020, guió a Argentina a la Copa del Mundo en 1986 con quizás la actuación más influyente en un torneo importante, y llevó a Napoli a alturas sin precedentes en Italia y Europa.

La discusión sobre qué legado era mayor dividió tanto al mundo del fútbol que cuando Maradona fue votado como el jugador del siglo XX en una encuesta de Internet de la FIFA, hubo una indignación generalizada, y muchos se quejaron de que la carrera anterior de Pelé lo puso en desventaja con los fanáticos más jóvenes.

La FIFA realizó otra encuesta votada por su propia "familia del fútbol", ganada por Pelé, lo que permitió a la pareja compartir la gloria.

"Aquí Pelé, el delantero cuyo territorio era el área penal, un jugador que marcó goles por diversión y se convirtió en Ministro de Deportes, más tu tipo de persona tranquila", escribió la FIFA en ese momento.

"Ahí está Maradona, posiblemente el jugador más completo de la historia, mediapunta y goleador, técnicamente brillante, impredecible e impulsivo, dentro y fuera del campo, un jugador plagado de problemas de diversa índole durante muchos años".

Los casos presentados en ambos lados tenían una gran cantidad de subtextos: el argentino versus el brasileño, el hombre del pueblo versus la figura establecida, el fiestero versus el hombre tranquilo, el rebelde versus el conformista.

Todos tomaron partido y los dos protagonistas no tuvieron reparos en dar a conocer sus propios sentimientos.

Pele pensó que Maradona era torpe e indigno y Maradona pensó que Pele era un vendido.

"Como jugador fue grandioso... pero piensa políticamente", dijo Maradona, en una de sus críticas más amables.

Pelé llamó al argentino, que luchó contra la adicción, "un mal ejemplo" y mucho más.

Aún así, los dos sudamericanos se llevaban bien cuando se encontraron por primera vez en 1979, cuando Maradona voló a Río para encontrarse con Pelé.

Pelé estaba feliz de aconsejar a la estrella en ciernes y Maradona estaba emocionado de cumplir su sueño de conocer al brasileño.

Pero su relación se agrió en 1982 después de que Pelé criticara a Maradona cuando fue expulsado por pisotear a un brasileño en una eliminatoria de la Copa del Mundo en España.

A partir de entonces, pasaron décadas criticándose y luego reconciliándose, siendo los elogios tan sinceros como los insultos.

Pelé fue magnánimo al enterarse de la muerte de Maradona y dijo: "Perdí a un gran amigo y el mundo perdió a una leyenda".

Messi, quien reforzó su propio derecho a la inmortalidad deportiva al llevar a Argentina a su tercera victoria en la Copa del Mundo este mes, compartió una foto de sí mismo con Pelé en un escueto homenaje a la estrella brasileña en Instagram, diciendo: "Descansa en paz, Pelé".

El portugués Cristiano Ronaldo, eclipsado por Messi en la Copa del Mundo de Qatar , fue más expansivo, llamando al brasileño "Rey Pelé" y una inspiración para millones. "Nunca será olvidado y su recuerdo perdurará por siempre en todos nosotros, amantes del fútbol", dijo.