La destrucción tuvo lugar a pesar de la promesa rusa de detener los disparos para que al menos algunos civiles atrapados pudieran escapar de la ciudad, donde cientos de miles se han refugiado sin agua ni electricidad durante más de una semana.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, consultado por Reuters para hacer comentarios, dijo: "Las fuerzas rusas no disparan contra objetivos civiles". Rusia llama a su incursión una "operación especial" para desarmar a su vecino y desalojar a los líderes que llama "neonazis".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania publicó imágenes de video de lo que dijo que era el hospital que mostraba agujeros donde deberían haber estado las ventanas en un edificio de tres pisos. Enormes pilas de escombros humeantes cubrían la escena.

“Es horrible ver el tipo de uso bárbaro de la fuerza militar para perseguir a civiles inocentes en un país soberano”, dijo la secretaria de prensa de la Casa 

 Blanca, Jen Psaki.

El organismo de derechos humanos de la ONU dijo que su misión de monitoreo estaba verificando el número de víctimas en Mariupol.

"El incidente se suma a nuestras profundas preocupaciones sobre el uso indiscriminado de armas en áreas pobladas y civiles atrapados en hostilidades activas en numerosas áreas", dijo la portavoz Liz Throssell.

El gobernador de la región de Donetsk dijo que 17 personas resultaron heridas en el incidente. El ayuntamiento dijo que el hospital había sido atacado varias veces por un ataque aéreo, causando una destrucción "colosal".

Ucrania acusó a Rusia de romper el alto el fuego en torno al puerto del sur.

“Continúan los bombardeos indiscriminados”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, en Twitter.

La compañía de imágenes satelitales Maxar dijo que las imágenes tomadas más temprano en el día mostraban daños extensos en casas, edificios de apartamentos, supermercados y centros comerciales en Mariupol.

Rusia culpó a Ucrania por el fracaso de la evacuación.

Entre más de 2 millones de refugiados totales de Ucrania, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dijo el miércoles que más de 1 millón de niños han huido del país desde que comenzó la invasión. Al menos 37 habían muerto y 50 resultaron heridos, dijo.

Alrededor de 48.000 ucranianos han sido evacuados a través de corredores humanitarios, dijo el miércoles la agencia de noticias Interfax Ucrania, citando a un asesor principal del presidente Volodymyr Zelenskiy.

Las autoridades locales dijeron que, aunque algunos habían partido de ciertos lugares, las fuerzas rusas impedían que los autobuses evacuaran a los civiles de Bucha, una ciudad cercana a Kiev.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo que las casas habían quedado reducidas a escombros en toda Ucrania. "Cientos de miles de personas no tienen comida, agua, calefacción, electricidad ni atención médica".

Miles continuaron inundando los países vecinos. Después de esconderse en el sótano para protegerse de los bombardeos rusos, Irina Mihalenka salió de su casa al noreste del puerto de Odessa, en el Mar Negro, dijo a Reuters en Isaccea, Rumania.

"Cuando caminábamos, voló un puente. Y cuando cruzamos sobre los escombros, porque no había otra salida, había cadáveres de personas (soldados) rusos tirados allí", dijo.

AISLAMIENTO ECONÓMICO DE RUSIA

La presión sobre Moscú se intensificó el miércoles. Rusia se ha visto afectada por las sanciones occidentales y el retiro de empresas extranjeras desde que comenzó la invasión el 24 de febrero. Nestlé, el fabricante de cigarrillos Philip Morris y Sony se unieron el miércoles a la lista de multinacionales que se retiraron del país.

Estados Unidos está sopesando sanciones contra el proveedor de energía nuclear Rosatom, dijo el miércoles un alto funcionario de la administración Biden.

El economista jefe del Banco Mundial dijo que Moscú estaba a punto de dejar de pagar su deuda. El Kremlin está tomando medidas para apuntalar la economía y planeó responder a una prohibición estadounidense sobre sus exportaciones de petróleo y energía cuando el rublo cayó a mínimos históricos.

No había muchas esperanzas para la diplomacia cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, llegó a Turquía antes de las conversaciones del jueves con Kuleba en lo que será la primera reunión entre ambos desde la incursión.Reuters