“Sí, sí”, se limitó a responder Braida, con buena predisposición pero sin extenderse, cuando fue consultado por los periodistas en la puerta del centro médico. Para entonces, la operación ya estaba sellada: Boca desembolsará 1.800.000 dólares brutos, una cifra algo superior a la cláusula de rescisión (1.4 millones), con la que cumplirá el deseo del futbolista y también el del entrenador.

La negociación no estuvo exenta de idas y vueltas. Según trascendió, San Lorenzo aseguraba tener el 70% del pase, aunque Instituto, su club formador, aclaró que solo poseía el 50%, mientras que el 20% restante seguía en manos de la entidad cordobesa. Con los papeles finalmente firmados y devueltos a tiempo, el lateral —que fue subcapitán del Ciclón y disputó 137 partidos con siete goles y nueve asistencias— quedó habilitado para sumarse en breve al grupo.

Si bien con Rubén Insua se desempeñó más como lateral izquierdo en San Lorenzo (como carrilero), con Miguel Russo volvió a jugar más adelantado, como mediocampista. Es diestro, pero puede ofrecerle varias soluciones a los entrenadores. En sus inicios, era delantero.

El cordobés firmará un contrato por cuatro años y viajará en las próximas horas junto a Marco Pellegrino, el zaguero zurdo que también será refuerzo, aunque con una particularidad: la revisión médica arrojó que arrastra un desgarro sufrido días antes de la final del Apertura ante Platense. A pesar de eso, Boca avanzará con su incorporación.

Con Braida y Pellegrino, el club de la Ribera completa dos de los seis cupos disponibles para presentar la lista oficial del torneo. El plantel ya se entrena en Estados Unidos con 29 jugadores, seis menos del límite permitido.

A ellos se sumarán Luis Advíncula y Lucas Blondel, afectados a sus respectivos seleccionados de Perú y Suiza, los mencionados Pellegrino y Braida, y Ayrton Costa. aun a la espera de que se resuelva su situación migratoria. Con todos ellos suman 34 y guardarán un lugar...

Una negociación contrarreloj

El gran anhelo sigue siendo Leandro Paredes, campeón del mundo en Qatar 2022, actualmente concentrado con la Selección Argentina. La intención de Boca es sumarlo para reforzar el mediocampo antes del debut con Benfica. De todas maneras, según pudo averiguar LA NACION las gestiones harán lo posible por concretar eso, pero si el operativo retorno se concreta después del Mundial de Clubes igual celebrarán.

Por eso, Juan Román Riquelme decidió no viajar a Miami: se quedó en Buenos Aires para seguir de cerca las gestiones por el regreso del volante surgido en el club. El presidente de Boca y el jugador aún no se reunieron desde la despedida de Paredes en La Bombonera, a mediados de 2023, pero una charla cara a cara podría darse en las próximas horas.

Las negociaciones están encaminadas en lo deportivo, pero trabadas en lo económico. Roma pide 3.7 millones de dólares por el pase, una cifra considerada accesible por Boca, pero el contrato del jugador —por cuatro años y con un costo total de 14 millones de dólares— complica el panorama, siempre y cuando el volante pretenda mantener las ganancias que recibe en Italia. Paredes defiende sus intereses y Boca los suyos, pero desde las partes son optimistas.

En Boca se ilusionan. La lista para el Mundial de Clubes debe cerrarse en las próximas 24 horas y, aunque el regreso de Paredes aún parece una utopía, el sueño está en marcha.por la nación

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