En ese contexto, Boca, que viene de logra el primer éxito en el ciclo de Almirón, el martes último ante Deportivo Pereira, al que venció agónicamente por 2-1 en La Bombonera por la segunda fecha del Grupo F de la Libertadores, irá a Rosario con al menos cinco cambios en relación a su última formación.

Almirón, quien aún no ganó ningún partido en la LPF de los dos que dirigió, probó un equipo con Sergio "Chiquito" Romero; Luis Advíncula, Facundo Roncaglia, Nicolás Valentini y Agustín Sandez; Cristian Medina, Alan Varela y Ezequiel Fernández; Oscar Romero; Nicolás Orsini y Miguel Merentiel.

Ese equipo enfrentó en la práctica boquense a otro que alistó a Javier García; Marcelo Weigandt, Nicolás Figal, Diego "Pulpo" González y Valentín Barco; Guillermo "Pol" Fernández, Esteban Rolon y Martín Payero; Norberto Briasco, Luis Vázquez y Sebastián Villa.

Almirón efectuará una nueva práctica este sábado en la que dará prioridad a las jugadas con pelota detenida y quizá modifique el equipo, aunque su intención es darle descanso a Nicolás Figal, Barco, "Pol" Fernández y el colombiano Villa, el jugador más desequilibrante del plantel "Xeneize".

De todas maneras, los cuatro jugadores serán citados y viajarán a Rosario para enfrentar a Central, dirigido por Miguel Ángel Russo y de muy buena campaña en el torneo doméstico, tercero con 22 puntos, detrás del puntero River (30) y el escolta San Lorenzo (24).

La única variante obligada será el ingreso desde el inicio del uruguayo Miguel Merentiel en lugar del lesionado Darío "Pipa" Benedetto quien tiene un desgarro grado 2 en el isquiotibial izquierdo y estará inactivo al menos tres semanas.

A estas ausencias por rotación, se agregan las de cinco lesionados, todos habituales titulares: el colombiano Frank Fabra, con esguince de ligamento lateral interno de la rodilla derecha, el defensor paraguayo Bruno Valdez, quien también padece una lesión muscular grado 3 en el bíceps femoral izquierdo, el delantero Luca Langoni, con una lesión muscular grado 1 en el isquiotibial derecho, y el mediocampista Juan Ramírez, con un desgarro grado 2 del bíceps femoral izquierdo.

El otro ausente es el capitán Marcos Rojo, en plena rehabilitación de una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha, habiendo sido operado en octubre del año pasado y cuyo regreso se especula que será en la última semana de mayo o la primera de junio.

De esta manera el cuerpo técnico encabezado por Almirón dejó claro que Boca apuntará a la Copa Libertadores, siendo el próximo partido el 3 de mayo en Chile, ante Colo-Colo.

El entrenador, quien perdió los dos partidos que dirigió en el torneo local, ante San Lorenzo (1-0) y Estudiantes de La Plata (1-0), recién pondrá toda su "artillería" en los clásicos que Boca animará el 29 de abril en La Bombonera ante Racing Club y luego el domingo 7 de mayo frente a River en Núñez.

Esta decisión está vinculada a que con apenas 14 puntos (Boca perdió seis partidos, la mitad de los que jugó), la distancia de 16 unidades que lo separan de River se presume indescontable por más que aún falte jugarse más de la mitad del campeonato.

En Boca, que ganó cuatro partidos y empató dos, así obtuvo sus 14 puntos, intuyen que esa ventaja será imposible de descontar y entonces se priorizará la Libertadores, en la que se comenzó con un empate en Venezuela ante Monagas (0-0) y luego llegó el mencionado éxito en forma agónica sobre los colombianos de Pereira.

Es decir que si bien la idea de Almirón es darle continuidad a un mismo equipo para que los jugadores puedan interpretar el estilo que pretende inculcarles, la seguidilla de partidos lo hace optar por darle prioridad a la Libertadores, y seguramente también a la Copa Argentina cuando a Boca le toque jugar en la próxima ronda frente a Estudiantes de La Plata o Barracas Central en los 16vos de final.

El plan de Almirón contempla que después del partido del domingo en Rosario, el plantel tendrá seis días para entrenar en la que será la mayor continuidad de trabajo que el cuerpo técnico dispondrá desde que hizo cargo en la mañana del 10 de abril en el predio que el club posee en Ezeiza.

En otro orden, si hay un tema que ocupa a la dirigencia es la renovación del contrato del capitán Marcos Rojo que vence el 31 de diciembre próximo.

"Es casi seguro que sigo, estoy muy contento. Estoy hablando con Román de cara al futuro y él también quiere que yo siga, hay que ponerse de acuerdo y que sea lo mejor para todos, para el club, para mi y para la gente que es lo más importante", expresó el defensor de 33 años en una nota que concedió al canal de Boca.

El plantel boquense trabajará este sábado por la mañana y por la tarde viajará a Rosario para jugar ante Central el domingo desde las 15.30 en el estadio Gigante de Arroyito, en un partido que será arbitrado por Ariel Penel.

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