Frankfurt, que perdió el partido de ida 2-0 en Alemania, esperaba que poco menos de 3.000 aficionados viajaran al estadio para el partido.

"El Eintracht Frankfurt fue informado ayer por la noche por (el organismo europeo del fútbol) UEFA que el Ministerio del Interior de Italia emitiría hoy una regulación que prohíbe al club (italiano) vender entradas a los fanáticos del Eintracht Frankfurt para el partido de vuelta el 15 de marzo", dijo el alemán. dijo el club en un comunicado.

"Esto incluirá todo el contingente de aficionados visitantes de 2.700, incluidos 2.400 en el sector de aficionados visitantes, para los que Eintracht era elegible".

Los fanáticos de ambos equipos se enfrentaron antes del partido de ida en Frankfurt y la policía calificó ese juego como de alto riesgo.

La decisión enfureció a Eintracht, cuyo director ejecutivo la vio como una interferencia de las autoridades de seguridad y dijo que podría sentar un precedente peligroso.

"Es una interferencia grave e inaceptable de las autoridades de seguridad italianas en la organización y la cultura de las competiciones de clubes europeos", dijo a Reuters Axel Hellmann, director general del Eintracht y actual director ejecutivo de la Bundesliga.

"Es como una admisión por parte del Estado italiano de que no se ve en condiciones de llevar a cabo de forma segura un partido de la Liga de Campeones con 2.500 aficionados invitados que se ha fijado durante varios meses. A menos que otros intereses jugaran un papel aquí".

"La UEFA está llamada a garantizar que este enfoque no siente un precedente y ponga en peligro la integridad de sus competiciones".

El Fráncfort, campeón de la Europa League el año pasado, está disfrutando de su mejor racha en décadas sobre el terreno de juego y los aficionados le ofrecen un gran apoyo en los partidos fuera de casa.

Decenas de miles de aficionados del Eintracht viajaron a Sevilla para esa final y el club dispuso de tan solo 10.000 entradas.