Fue el propio goleador Darío Benedetto quien levantó la mano en un momento álgido de la reunión que se produjo en la noche ayer en la concentración de Boca tras el empate en Avellaneda. Con las presencia del propio Juan Román Riquelme y tras unas breves pero precisas palabra del actual vicepresidente del club, Pipa alzó la voz y le ofreció sus disculpas a Carlos Zambrano primero y luego al resto del plantel y a todo el Cuerpo Técnico.

La respuesta del marcador central peruano no tardó demasiado en llegar y estuvo en la línea de lo esperado, aceptó las disculpas sin demostrar ningún tipo de rencor hacia el delantero y manifestó la necesidad de "seguir unidos y tirando todos para el mismo lado".

El propio Riquelme también fue contundente durante la reunión y apuntó directamente hacia ambos futbolistas: "Ayer pasaron un límite, esto es fútbol no boxeo, ustedes le faltaron el respeto a los hinchas", manifestó Román visiblemente enfadado y cerró sus palabras en dicha reunión con otra frase contundente que describe su pensamiento: "De lunes a sábado pueden hacer lo que quieran, pero los domingos tienen que ser hermanos", le aseguró a todo el grupo.

Lo cierto es que en las últimas horas, Boca parece no encontrar paz y continúan lo escandolos que a priori, parecen ser totalmente evitables. Una situación que deberá ser corregida con urgencia extrema, sobre todo, por respeto al hincha y a la camiseta.

Otra noche en la historia de Boca. De esas que dejan marca. No solo por lo deportivo sino, fundamentalmente, por lo extra futbolístico: Boca vuelve a ser noticia por episodios que dañan la imagen del club. Boca necesita reordenarse.

Boca empató con Racing sin goles. Jugó un PT espantoso. Se sintió siempre inferior a su rival. Mejoró los últimos 15 minutos. Pudo ganarlo. No le cobraron un claro penal en la ultima jugada del partido. Pero el foco es otro: dos compañeros se agarraron a piñas en el entretiempo y Riquelme fue al hotel, pasada la medianoche, a juntarse con el grupo.

Darío Benedetto y Carlos Zambrano se pelearon en la manga del Cilindro camino al túnel después del final del primer tiempo. El delantero recriminó la poca marca a los defensores y que "ni siquiera pegaron una patada", el peruano le respondió acusándolo de que caminaba la cancha y que no hacia los goles. Inmediatamente, el 9 se dio vuelta y le pego una piña debajo del ojo izquierdo. El central se le fue encima y los separaron. En el vestuario pidieron disculpas. Ibarra los dejó en cancha y salieron a jugar, marcados, el ST.

ue tan grave lo que sucedió, que Riquelme, pasada la medianoche, fue a la concentración. Boca quedaba concentrado en el Hotel Intercontinental esperando el entrenamiento de esta mañana. El Vicepresidente del club, que no fue a la cancha, dejó su domicilio y se fue rumbo al hotel céntrico a reunirse con el plantel.

Riquelme fue claro y tajante: "le faltaron el respeto a la camiseta de Boca", "Son jugadores de futbol, no boxeadores", "Cruzaron un límite" y "Van camino a que el hincha de Boca los putee". Fueron algunas frases del ex enganche. Visiblemente molesto y en un tono poco habitual de alguien sereno, Román se enfrentó al plantel y bajó un mensaje. Además, dijo que van a pensar si los sancionan. Su idea es ser severo.

Cuentan que jamás lo vieron así en estos dos años y 8 meses de gestión. Dolido y con bronca. Vio algo que no quiere ver en su club.

Boca está viviendo días de locura total. Desde aquel 5 de julio que quedó afuera de la Libertadores, todos los días fue noticia por cuestiones negativas. Un protagonista se repite en varias de estas situaciones: Darío Benedetto. Desde su escarnio público contra Almendra, su pelea por los premios a destiempo, su amague con no concentrar, su arenga contra el Consejo, sus penales errados y sus goles fallados, su no solidaridad con Izquierdoz y este grave episodio con Zambrano. Algo está pasando con el goleador. Algo está pasando en Boca. Alguien debe tomar las riendas. URGENTE. fuente puro boca