El crecimiento del empleo en Estados Unidos se aceleró inesperadamente en julio, elevando el nivel de empleo por encima de su nivel previo a la pandemia y arrojando agua fría sobre los temores de que la economía estaba en recesión.

El informe de empleo del Departamento de Trabajo del viernes, seguido de cerca, también mostró que los empleadores continúan aumentando los salarios a un ritmo fuerte y, en general, mantienen más horas para los trabajadores. La solidez sostenida del mercado laboral podría dar a la Reserva Federal la libertad de seguir aumentando agresivamente las tasas de interés.

"Si la economía estadounidense está en recesión, nadie parece habérselo dicho a los empleadores", dijo Sarah House, economista sénior de Wells Fargo en Charlotte, Carolina del Norte. "Sospechamos que estos datos le darán a la Fed la confianza que necesita para avanzar agresivamente en su lucha contra la inflación".

Las nóminas no agrícolas aumentaron en 528.000 empleos el mes pasado, el mayor aumento desde febrero, mostró la encuesta de establecimientos. Los datos de junio se revisaron al alza para mostrar 398.000 puestos de trabajo creados en lugar de los 372.000 informados anteriormente. Julio marcó el decimonoveno mes consecutivo de expansión de las nóminas y superó las expectativas de los economistas de una ganancia de solo 250.000 puestos de trabajo.

Las estimaciones de la encuesta de Reuters sobre el número de puestos de trabajo obtenidos oscilaron entre un mínimo de 75.000 y un máximo de 325.000.

Sorpresa de nóminas

El mercado laboral ahora ha recuperado todos los empleos perdidos durante la pandemia de COVID-19, aunque el empleo del gobierno sigue siendo alrededor de 597,000 empleos en el agujero. El empleo general ahora es 32,000 puestos de trabajo más que en febrero de 2020.

Tomó poco menos de 2 años y medio recuperar todos los trabajos en comparación con al menos seis años después de la Gran Recesión de 2007-2009.

La semana pasada, la Fed elevó su tasa de política en tres cuartos de punto porcentual y los funcionarios prometieron que se producirán más aumentos a medida que el banco central de EE. UU. intente controlar la inflación. Los precios anuales al consumidor están aumentando a su ritmo más rápido en cuatro décadas. Desde marzo, la Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia a un día de casi cero a un rango de 2,25% a 2,50%.

"Parece cada vez más probable que la Fed pueda mantener su trayectoria actual sin mirar constantemente por encima del hombro, lo que la convierte en la envidia de las economías mundiales que están soportando el mismo acto de equilibrio en el filo de la navaja en este momento", dijo James Bentley, un director de empresa en Financial Markets Online.

El producto interno bruto de EE. UU. disminuyó en el primer y segundo trimestre, cumpliendo con la definición estándar de una recesión. La contracción del 1,3% de la economía en la primera mitad del año se debió principalmente a las grandes fluctuaciones en los inventarios y al déficit comercial ligado a las enredadas cadenas de suministro mundiales.

La Oficina Nacional de Investigación Económica, el árbitro oficial de las recesiones en los Estados Unidos, define una recesión como "una disminución significativa en la actividad económica que se extiende por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo, el ingreso real, y otros indicadores".

Pero incluso con las sólidas ganancias laborales de julio, se están formando algunas grietas en el mercado laboral. Las empresas de los sectores de la vivienda, las finanzas, la tecnología y el comercio minorista sensibles a las tasas de interés están despidiendo trabajadores. Aún así, con 10,7 millones de puestos vacantes a fines de junio y 1,8 vacantes por cada desempleado, es poco probable que se produzca una fuerte desaceleración en el crecimiento de las nóminas este año.

Las acciones en Wall Street cotizaban a la baja. El dólar repuntó frente a una cesta de divisas. Los precios del Tesoro de EE.UU. cayeron.

GANANCIAS GENERALES

Las amplias ganancias laborales del mes pasado fueron lideradas por la industria del ocio y la hospitalidad, que agregó 96.000 puestos, la mayoría de ellos en restaurantes y bares. Pero el empleo en ocio y hostelería sigue siendo inferior en 1,2 millones desde su nivel de febrero de 2020.

Las nóminas de servicios profesionales y empresariales aumentaron en 89.000, mientras que el sector salud agregó 70.000 puestos de trabajo. El empleo gubernamental aumentó en 57.000 puestos de trabajo, impulsado por la educación del gobierno local. La construcción añadió 32.000 puestos de trabajo, mientras que las nóminas de fabricación aumentaron en 30.000.

Los detalles de la encuesta de hogares de la que se deriva la tasa de desempleo fueron mixtos. Si bien la tasa de desempleo cayó a su mínimo previo a la pandemia del 3,5% desde el 3,6% en junio, eso se debió a que 63.000 personas abandonaron la fuerza laboral. La fuerza laboral ahora ha disminuido durante dos meses consecutivos.

La tasa de participación en la fuerza laboral, o la proporción de estadounidenses en edad de trabajar que tienen un trabajo o lo buscan, bajó al 62,1% desde el 62,2% de junio. Eso reflejó principalmente una caída en la participación de los adolescentes.

La tasa de participación de la población en edad productiva aumentó hasta el 82,4% desde el 82,3% de junio. La relación empleo-población para esta cohorte se recuperó al 80%, en consonancia con el pleno empleo.

El número de personas que trabajan a tiempo parcial por razones económicas aumentó en 303.000 a 3,9 millones después de caer a un mínimo de más de 20 años en junio.

Pero el empleo de los hogares se recuperó en 179.000 puestos de trabajo tras caer 315.000 en junio, y el número de personas que experimentan períodos prolongados de desempleo se redujo en 269.000 a 1,1 millones, el nivel más bajo desde abril de 2020. Estos desempleados de larga duración representaron el 18,9 % de los 5,7 millones de desempleados. en julio.

Con el mercado laboral endureciéndose aún más, las ganancias promedio por hora aumentaron un 0,5% después de subir un 0,4% en junio. Eso dejó el aumento interanual de los salarios en un 5,2%. La semana laboral se mantuvo sin cambios en 34,6 horas.

Los aumentos salariales fueron impulsados ​​principalmente por las industrias del sector de los servicios, incluidos el ocio y la hostelería, los servicios financieros y los servicios profesionales y empresariales. Un indicador del salario neto aumentó un 1,2 % mensual, lo que es un buen augurio para el gasto de los consumidores en medio de la caída de los precios de la gasolina.

"El riesgo para el crecimiento de los salarios parece estar al alza en el corto plazo dada la fortaleza persistente del mercado laboral y la falta de un repunte en la oferta laboral", dijo Lydia Boussour, economista líder para EE. UU. en Oxford Economics en Nueva York.